Aspirante a ministra en la SCJN critica el distanciamiento del Poder Judicial de las luchas sociales

La aspirante a ocupar un sitio en el máximo tribunal del país aseveró que la justicia no puede seguir dándole la espalda a quienes más la necesitan y que los tribunales deben dejar de usar tecnicismos como excusa para negar derechos legítimos.

La aspirante a convertirse en ministra de la Suprema Corte, fue enfática al cuestionar el papel actual de la Suprema Corte, la cual, puntualizó, “debe alejarse de la política del tecnicismo como excusa para no defender al pueblo. No podemos seguir avalando una justicia fría, ciega al contexto y distante de quienes más la necesitan”.

Este tipo de asuntos, señaló, reflejan con claridad la clase de justicia que ella busca impulsar desde el máximo tribunal: una que no se limite a verificar requisitos, sino que reconozca contextos, compense desigualdades y restituya derechos. Una justicia con equidad, sentido social y responsabilidad institucional.

Señaló lo anterior, en el marco de su visita a la capital del país, durante un encuentro que sostuvo con extrabajadoras y extrabajadores de la extinta Ruta 100, ante quienes resaltó que “la justicia no puede esconderse en tecnicismos para negar derechos. Su deber es ponerse del lado del pueblo”, externó, en relación al caso de un trabajador que, pese a contar con documentación que acreditaba su antigüedad, fue excluido del derecho a una pensión.

Ibarra Olguín expuso que como magistrada, intervino directamente en ese caso, “a pesar de la postura de otros jueces que privilegiaron los obstáculos procesales, analicé la evidencia que efectivamente permitía reconocer su derecho a la antigüedad… finalmente, la pensión fue concedida”, enfatizó.

En este contexto, advirtió que “no basta con aplicar la ley como un mecanismo automático”, sino que se debe entender el contexto, reconocer las trayectorias laborales y actuar con sensibilidad social”, al señalar que el Poder Judicial debe asumir una mirada más humana y empática, sobre todo ante quienes han sido históricamente excluidos.

Fuente: La Crónica