La justicia nos ha fallado desde los grupos vulnerables hasta los grupos empresariales, porque la justicia que es larga, no es justicia, expresó Ana María Ibarra Olguín, candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La aspirante originaria de Torreón, Coahuila, está en Baja California para promover su candidatura.
Señaló que el amparo, de ser un instrumento ágil y sencillo para la defensa de derechos humanos, se ha convertido en un medio altamente tecnificado lleno de obstáculos que nadie entiende, solo los abogados más doctos pueden recorrer esta camino de trabas y esto no es justicia; esto simplemente es oscurantismo, opinó.
La candidata, con maestría y doctorado en Estados Unidos y 15 años de experiencia en la Judicatura Federal, agregó que hay que acercar el derecho a la ciudadanía y cerrar la brecha de desconfianza que existe con la gente.
“Hablar claro, hablar sencillo, eliminar estas trabas procesales, juzgar con equidad y con sentido social, puede y debe ser un instrumento para cerrar estas brechas tan grandes de desigualdad que existen en nuestro país. El derecho debe ser un motor de cambio social y sí se puede”, precisó.
Entre los casos más relevantes que ha tenido a su cargo, están las sentencias de la Guardería ABC, el consumo lúdico de la mariguana, el reconocimiento de la doble jornada sobre el trabajo doméstico, y la posibilidad de que se ponga primero el apellido materno a los hijos.
Ibarra Olguín fue directora del Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte. Desde hace cuatro años es magistrada de distrito en Ciudad de Mexico en materia administrativa. Fue propuesta por los tres poderes del estado y aunque se define como independiente, reconoce sus orígenes como de izquierda.
Fuente: Brújula News