La crisis de legitimidad del Poder Judicial puso sobre la mesa la necesidad impostergable de su democratización, por ello la elección de jueces, magistrados y ministros es un paso sin precedentes en nuestra historia y la ciudadanía tiene en sus manos la oportunidad de redefinir el nuevo rostro de nuestra justicia, aseguró Ana María Ibarra Olguín, candidata a Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Comentó que la elección de este 1 de junio es un ejercicio democrático nunca antes visto, en el que los tres poderes del Estado han evaluado y seleccionado a las y los candidatos idóneos para estos cargos. Pero será, indicó, el voto popular el que determine qué tipo de jueces queremos y necesitamos.
Explicó que hasta ahora la selección de personas juzgadoras había sido un proceso interno del Poder Judicial que, por supuesto, “perpetuaba prácticas indeseables que distanciaban a la justicia de las necesidades reales de la población”.
Ibarra Olguín recordó que la reforma constitucional de octubre de 2024 transformó radicalmente este sistema y se instauró lo que llamo un modelo híbrido, en el que se crearon comités de evaluación que determinaron la idoneidad de las y los aspirantes, para que, tras un necesario escrutinio público, sea el pueblo el que decida quiénes llegarán a los cargos.
Señaló que ahora la justicia está en manos de la ciudadanía, pero se pregunta s si ¿están las y los ciudadanos preparados para tomar esta decisión? Y, ¿cómo deberían tomarla? A lo que responde que siempre ha sido que el pueblo tiene la sabiduría necesaria para elegir qué jueces queremos y necesitamos.
La candidata a ministra de la SCJN sostuvo que es obligación de las y los candidatos presentar sus perfiles, así como exponer su visión del derecho y de la justicia. Pero también, aclaró, es un compromiso que deben asumir los medios de comunicación, las facultades de derecho, las barras de abogados y las asociaciones civiles porque tienen la tarea de informar y explicar lo que está en juego en estas elecciones.
Refirió que, en los próximos meses, las personas candidatas deberán dar a conocer su trayectoria, los valores que los guían, los problemas que identifican en el sistema de justicia y, sobre todo, las soluciones que proponen. “Como ciudadanos, debemos evaluar las credenciales profesionales y éticas de cada uno”, acotó.
“Decidí participar en este proceso porque confío en la sabiduría del pueblo. Son las exigencias de justicia las que me inspiran día a día a mejorar mi labor. La discriminación, la marginación y la pobreza en este país son mi mayor apremio”, destacó Ibarra Olguín.
Fuente: Mundo Ejecutivo